Aunque el razonamiento lógico dice la mejor forma de saber si una cerveza está buena o mala es probándola. En cierta parte es cierto, pero existen otros factores que influyen para considerar que está en condiciones óptimas.

Lo primer qué se debe tener en cuenta es su color. Dependiendo del malteado, los granos que fueron germinados, secados y tostados en condiciones controladas, determinará el buen color rubio o un tono más oscuro de la bebida. Eso también dependerá de tipo de cerveza que se esté consumiendo.
La temperatura también es importante porque cada tipo tiene un grado de enfriamiento dependiendo de su graduación alcohólica. Las lagers deben estar entre a 4° y 6° mientras que las ales oscilan entre 7° a 10° , con el fin de que no se desprenda las sustancias aromáticas del propio producto.
Su aroma es fundamental para determinar su calidad. Cada cerveza tiene su olor característico pero todas deben un toque herbáceo del lúpulo. Otro factor importante que se debe tener en cuenta es que no se debe percibir el olor de la manzana, sidra, esto quiere decir que la cerveza está en muy malas condiciones y no debe ser consumida.
Fuente: Cocina y vino
AM